HISTORIA DE LA SALUD 01
Por: Jaime Ariansen Céspedes - Instituto de los Andes
HIPOCRATES
La historia de la tecnología es la del talento y la experiencia del hombre en su esfuerzo por conquistar una forma de vida mejor, conocer esta maravillosa crónica de la evolución y comprender su significado, es indispensable para contribuir a través de la ciencia al desarrollo de los pueblos.
Esta primera parte de la serie Historia de la Tecnología está dedicada a la más perfecta obra de la naturaleza, el cuerpo humano; las ciencias de la salud y la alimentación contribuyen a precisar el origen y las características de nuestra existencia y están relacionadas con el bienestar del hombre en lugares y tiempos diferentes.
Consideramos que la salud y la alimentación siempre han sido la principal preocupación del hombre, quien no ha podido esclarecer un enigma que lo ha agobiado en toda su existencia: el inmenso misterio de la muerte. Teme lo que no comprende y este miedo ha condicionado su actuación en diferentes formas, dependiendo de la época y el desarrollo de sus conocimientos.
SÓCRATES
Hace más de dos mil años se inició el camino científico con uno de los conceptos más trascendentales en la evolución humana: Sócrates enunció "conócete a ti mismo".
En diversas regiones del planeta y a través del tiempo, estudiosos se han dedicado con rigor científico al análisis y a la solución de los problemas que presenta el cuerpo humano.
El desarrollo ha sido lento y recién en los últimos años se ha obtenido resultados que, con efecto multiplicador, forjarán un futuro tecnológico brillante y vertiginoso.
En los próximos decenios se obtendrá un control absoluto sobre el proceso químico del envejecimiento y se habrá dominado el trasplante de órganos artificiales, lo que permitirá que alcancemos promedios fantásticos de vida. Ese mundo del futuro no va a ser ni mejor ni peor que el nuestro - sólo diferente - con sus propios problemas y sus propios encantos.
Examinar y disfrutar esta historia es una forma de identificación con la vida misma y, a través de esta participación, amarla, sentimiento que debe ser la razón de nuestro existir.
Con el inicio de los conceptos mágicos y religiosos nacen también las primeras opiniones sobre las leyes de la naturaleza.
En toda la tierra fueron apareciendo infinidad de dioses, los buenos se unen a la vida y a la salud, los malos a la enfermedad y a la muerte.
También se comienza a relacionar sistemáticamente la vida y la muerte con los fenómenos de la naturaleza. Por ejemplo, el calor y el día son asociados a la salud y lo positivo, y el frío y la noche a la enfermedad y lo negativo.
Los dioses enviaban espíritus del mal para corroer los cuerpos de los designados por su mal comportamiento, según un juicio pasional, en casi todos los casos.
Para contrarrestar este poder negativo existen dioses que protegen la naturaleza, alientan la evolución y se encargan de curar el cuerpo humano.
Unos importantísimos personajes, muy influyentes, a través de la historia han sido los hechiceros, los brujos, los curanderos y los sacerdotes. Con diferentes características, nombres y grados de erudición - pero con un común denominador muy especial - eran los intermediarios entre lo divino y lo terrenal.
Representan el vehículo de comunicación entre la triste realidad del enfermo y su esperanza de curación, mediante los poderes supremos que podían transformarlo todo a simple voluntad.
Este esquema básico fue tomando gran importancia desde el punto de vista social, político y económico.
Estas personalidades se encargaron - añadiéndole cada vez mayor dosis de misterio - de concentrar en una élite muy exclusiva todo el conocimiento y la práctica referente a las actividades dedicadas a la recuperación de la salud.
Las ceremonias y ritos se fueron perfeccionando añadiendo simbolismo y protocolo, mezclando los sueños y la realidad con el firme propósito de ocultar sistemáticamente las evidencias naturales encontradas como causas, para subrayar solo los aspectos mágicos y religiosos, y transformarlos en instrumentos de gran poder. Siempre la actitud humana ha sido fundamental para enfrentar al problema de la enfermedad.
LUIS PASTEUR
Hasta hoy día, con toda la ciencia que disponemos, la actitud del médico influye decisivamente en la curación del enfermo, sus palabras, el afecto y la confianza tienen enorme valor terapéutico.
Presentamos los más importantes conceptos y a los más poderosos personajes que a través del tiempo y del espacio han escrito la historia fabulosa de la alimentación y la salud.
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